jueves, 18 de abril de 2013

“Emoción y razón en la DGT”


Las campañas de la DGT (Dirección general de tráfico) sobre la seguridad vial ya tienen gran trayectoria en el tiempo advirtiendo y evitando accidentes en las carreteras. Desde los años 1960 hasta nuestros días, siguen estando presentes estos spots en nuestras televisiones, prensa y demás medios donde se desenvuelven. Han cambiado mucho las campañas desde aquellos comienzos. A principios de los 60 las campañas se dedicaban a decirle a los espectadores: “Respeta las señales y a los peatones”. Hoy en día ya no se hace tanta referencia a este tipo de advertencias, ahora más bien hacen referencia al uso de drogas, alcohol o sustancias que no son compatibles frente al volante. Ni frente al volante y sin estar frente a él, pero la idea es no perjudicar negativamente a los demás en lo que tú hagas.
Estos Spots de la DGT suelen ser muy impactantes para el espectador, usando en su mayoría testimonios y también poniendo la peor situación de todas para concienciar al ciudadano de que si no respeta las normas, cualquier día puede ser él. Generando así un tipo de emoción en cada espectador, ya que no todos somos iguales, ni a todos nos causará el mismo tipo de emoción, como hemos leído en “La educación como industria del deseo” de Joan Ferrés.
También intentan desenvolver en el espectador el factor “miedo”, para así ser prudentes y evitar posibles incidentes o actitudes frente al volante.  “El miedo nunca se olvida” lema de un juego de terror. Me hace realmente dudar de si ese miedo puede ser a corto o largo plazo. El miedo yo creo que sí se olvida. O por lo menos se suaviza con el tiempo. Cierto es, que cada vez se tiene menos miedo, la sociedad se acostumbra al miedo y por ello creo que estas campañas son tan agresivas. Porque son conscientes del poco miedo de la sociedad del siglo XXI.
Vinculándolo con “La educación como industria del deseo” de Joan Ferrés nos cuenta que en el mundo de la educación los medios de masas pueden ser más efectivos que los propios maestros en clase, sin embargo en temas de Seguridad para “un mundo mejor” no lo creo, es decir, causa más impacto cuando a alguien de tu entorno o cerca de él te dice que tuvo un incidente con el coche, con las drogas, con el alcohol… que los propios medios. En pleno Siglo XXI con los avances, la facilidad de vida que nos ofrecen las grandes tecnologías seguimos emocionándonos. Y no creo que sea cierto que perderemos la capacidad de emocionarnos, de empatizarnos con las personas como en el libro “Un mundo feliz” leído en el primer cuatrimestre de Aldous Huxley. En el que intentaban controlar las emociones de las “personas”, ya que más bien parecían robots.
 Hemos perdido la sensibilidad frente a las imágenes, el mundo se acostumbra cuando lo saturan de desgracias, imágenes fuertes… En los telediario tenemos el ejemplo más claro, salen imágenes horribles, que aun siendo impactantes ya nos hemos acostumbrado a ellas, heridos, muertes, hombres, mujeres y niños sin apenas nada que llevarse a la boca en países como África, guerras…

Muchas veces estas campañas han querido acercarse al público joven imitando su forma de hablar, su jerga, y yo creo que eso es un error, es un error pensar que puedes acercarte a un grupo de personas usando su vocabulario. A mí, como joven no me resulta ni cómodo ni efectivo que un señor de 50 años me hable igual que uno de 18. Hace un tiempo se emitió un Spot del Ministerio de Sanidad en España sobre el uso del preservativo. En este Spot se cantaba una canción de RAP con la que todos los jóvenes se reía de ello. Creo que es más efectivo mismo hasta para los jóvenes que nos comuniquen las cosas una persona adulta, la voz de la experiencia como se suele decir. Me parece más coherente y que puede llegar más al público, al joven en este caso.

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